Sonia Flores
Desde siempre he tenido una fuerte vocación docente, lo que me llevó a formarme como maestra de niños, profesión que ejercí con dedicación y cariño. Además, mi amor por los idiomas me motivó a convertirme en profesora de inglés, campo en el que trabajé tanto en academias como ofreciendo clases particulares, ayudando a otros a descubrir el mundo a través de una nueva lengua.
Paralelamente, mi interés por el arte y la creatividad siempre estuvo presente. Por eso incursioné también en la carrera de dibujo publicitario, una experiencia que me permitió desarrollar habilidades artísticas que más adelante serían fundamentales en mi vida profesional. Fue durante mi desempeño como maestra que empecé a conectarme profundamente con el mundo de las manualidades. Incorporarlas en mis clases no solo enriquecía las actividades pedagógicas, sino que también despertó en mí una pasión que hasta entonces no había explorado del todo: crear y reciclar.
Este descubrimiento me llevó a un nuevo camino, uno en el que podía combinar mi amor por enseñar con mi creatividad. Así nació mi canal de YouTube, un espacio en el que comparto ideas y proyectos que transforman materiales cotidianos en creaciones únicas, promoviendo a su vez el cuidado del medio ambiente y la imaginación.
Hoy, este proyecto se ha convertido en una extensión de mi vida, una plataforma donde puedo inspirar, enseñar y aprender de una comunidad que comparte mi entusiasmo por hacer cosas con nuestras propias manos. Cada día, este camino me reafirma que seguir nuestras pasiones nos permite crecer, crear y conectar de maneras maravillosas.
Hola, quiero compartirles un poquito de la historia de mi canal de YouTube Arte en casa – Manualidades y reciclaje. Aunque mi vida profesional comenzó en campos muy distintos, siempre sentí una conexión profunda con las manualidades y con la idea de transformar cosas simples, incluso con materiales reciclados, en algo único y especial. Este amor por crear con mis manos se convirtió en algo que necesitaba compartir, y pensé que YouTube sería el lugar perfecto para hacerlo.
Al principio, ¡vaya desafío! Era un mundo completamente nuevo para mí: aprender sobre cámaras, edición, redes sociales… Pero desde el principio tuve muy claro que este proyecto no solo era para mí, sino para construir algo mucho más grande: una comunidad donde nos uniera el amor por las manualidades, el respeto mutuo y, sobre todo, la alegría de crear algo propio.
Sabía que para lograr esto tendría que aprender mucho, no solo sobre el aspecto técnico, sino también sobre cómo conectar de manera genuina con mi audiencia. Cada comentario, cada idea que se comparte conmigo, me ayuda a crecer y a entender mejor lo que mi público quiere y necesita. También soy consciente de que, como en cualquier camino, los errores son inevitables. Pero en lugar de desanimarme, los uso como lecciones para seguir mejorando. Este proceso me ha enseñado paciencia, humildad y, sobre todo, a valorar cada paso, por pequeño que parezca.
Lo más gratificante de todo esto es que me ha permitido desplegar mi vocación. Cuando veo que mis proyectos inspiran a alguien, o cuando alguien me cuenta que se animó a reciclar o a probar algo nuevo gracias a un video mío, siento que estoy logrando algo verdaderamente valioso.
Espero que mi historia y mi trabajo sean una invitación para que quienes también encuentren eso que les apasiona y lo compartan con el mundo. ¡Porque juntos, con creatividad y entusiasmo, podemos hacer cosas increíbles!